viernes, abril 25, 2008

Iñaqui Rojas vuelve en mayo

Votemos por Eduardo Pinto


Queremos ayudar a que un CENS lleve el nombre de nuestro querido EDUARDO PINTO, y es por esto te invitamos a participar, el próximo lunes 28, de 10 a 12, o el martes 29, de 14 a 16, a votar (con DNI) en Libertad 820 de Guaymallén. La votación es abierta a la comunidad. Eduardo se merece este reconocimiento por todas las bellas creaciones que nos regalo en vida.

jueves, abril 24, 2008

Piazzolla sin bandoneón


“Tangastor es un grupo excepcional, interpreta a Piazzolla con la pasión y el fuego que la música de Astor se merece”, dijo en alguna oportunidad el conocido bandoneonista Daniel Binelli sobre el trabajo que realiza esta talentosa banda mendocina, que mañana toca en el teatro Independencia.

De esta manera, en la sala mayor de los mendocinos Néstor Longo (violoncello), Tamazi Ayvazishvili (violín), David Gologorski (violín y piano), Gustavo Longo (clarinete) y Marcos Longo (bajo eléctrico) presentarán el show denominado Tangastor en concierto, en el que actuarán como invitados el baterista Luis López y los bailarines Carla Bonfanti y Alfredo Tejada.

Desde su creación, en 2003, Tangastor propone una nueva visión sobre la obra del genial compositor marplatense. Una de las características de esta agrupación es que no involucra al bandoneón en su formación y acude a la combinación sonora que los integrantes proponen con sus instrumentos, para introducirse en la esencia de Piazzolla.

Por amor al arte dialogó con dos de sus integrantes: Néstor Longo y David Gologorski, quienes comentaron sobre el concierto y la pasión que sienten por la música del genial Astor.

–¿En qué consiste este show?
Néstor Longo: –El espectáculo sigue con la impronta de Tangastor, que es difundir el repertorio de Piazzolla. Pero en esta ocasión vamos a realizar una fusión con la danza neoclásica.

–¿Van a tomar una época específica del compositor para elegir el repertorio?
N.L.: –En esta oportunidad vamos a hacer los temas más conocidos de Piazzolla. Para elegir el repertorio nos basamos en un estudio concreto de la obra de él y lo que hemos venido realizando anteriormente... En los conciertos que hemos realizado siempre nos piden los temas más conocidos, y ahora se los vamos a ofrecer (risas).


Abordar al maestro
–Para quienes no los conocen, ¿cómo definen su trabajo sobre la obra de Piazzolla?
N.L.: –Charlando hace un tiempo con Daniel, el hijo de Piazzolla, comentábamos que la música de él no se puede arreglar porque está muy bien escrita. Entonces sería una contradicción decir que hacemos arreglos sobre la música de Piazzolla....

David Gologorski: –Nosotros versionamos y adaptamos la música de Astor. Creo que esa es la mejor forma de explicar lo que hacemos. Tangastor está compuesto por instrumentos acústicos y una de las características es que no tiene bandoneón. Además hacemos una fusión de instrumentos electrónicos con los acústicos.

–Cuando formaron el grupo, ¿se pusieron como consigna tocar sin bandoneón?
N.L.: –En principio sí. Piazzolla incursionó con todas las fusiones posibles y el bandoneón era lo que se destacaba por ser su instrumento. En Tangastor armamos los temas de una manera más camarística y hace que la sonoridad del grupo sea enriquecida por lo escrito por Piazzolla.

–Hay varios grupos en Mendoza que hacen versiones de Piazzolla. Más allá de lo que este bandoneonista significa para la música, ¿qué es lo que les atrae de él a ustedes los músicos?
N.L.: –Lo increíble es que cuando un músico extranjero quiere hacer algo sobre Argentina toma estas obras. Además, Astor también tuvo una formación clásica, estudió composición y se desenvolvió con el instrumento que había aprendido e hizo todo lo que necesitaba para un arreglo orquestal. Era muy adelantado para su época...

–¿Alguno de ustedes tuvo oportunidad de verlo en vivo?
N.L.: –Sí. Yo tuve la oportunidad de tocar en un mismo show con él. Hace muchos años estuve becado por la Camerata Bariloche y participamos de un concierto que ofreció en el Luna Park. Yo era muy niño y estaba muy atrás y no podía dejar de mirar a este personaje. Obviamente tenía una personalidad muy fuerte y era muy exigente.

María, la heredera del talento de Eduardo Pinto


En la vida siempre hay una de cal y una de arena. Hace más de tres meses fallecieron, en un accidente automovilístico en Uruguay, el talentoso multiinstrumentista Eduardo Pinto y el charanguista Valdo Delgado. Pero por estos días, otra noticia ha conmovido felizmente a la comunidad artística mendocina: el martes, a las 16.30, nació la primera y única hija de Pinto.

La pequeña se llama María y pesó 2,800 kilos. Nació por parto normal en el Hospital Español y por decisión de su mamá, Daniela Rúffulo, y de los familiares del recordado Edu, el percusionista Quique Öesch presenció el parto. Este artista formaba parte del grupo Miles de Años junto a Delgado y Pinto, con quienes eran como hermanos y por ello tuvo el placer de ser el primero en conocer a la bella María.

Ahora, la tarea de los familiares, amigos y colegas de Pinto será contarle a la pequeña quién era su padre: un músico respetado por sus pares y admirado por quienes lo escucharon alguna vez. Un músico que tocaba el instrumento que se le pidiera y que lo hacía maravillosamente bien. Un artista que grabó su disco solista y en el que interpretó todos los instrumentos. Disco que pronto verá la luz y que María podrá escuchar para descubrir la increíble habilidad de su padre para con la música.

Además, por estos días, hay un proyecto para que una escuela de Guaymallén lleve el nombre del fallecido músico. El proyecto fue presentado por los estudiante de la institución ubicada en calle Libertad, de ese departamento, que hasta el momento no tiene ningún nombre oficial.

El recuerdo sigue vivo


Hace poco más de tres meses de la partida del charanguista Valdo Delgado y del multiinstrumentista Eduardo Pinto, integrantes del grupo Miles de Años que perdieron la vida el 7 de enero en un accidente vial en Uruguay, dejando un vacío y un sabor amargo en toda la comunidad artística mendocina. Pero ambos siguen y seguirán viviendo en el recuerdo de todos aquellos que tuvieron la posibilidad de conocerlos como personas y de disfrutar de sus increíbles creaciones. Y por ello, para homenajearlos decidimos dialogar con una de las personas que más ligada estuvo –y está– a Valdo y Edu: Quique Öesch, percusionista de los Miles de Año y “hermanos de la vida y de la música” de los desaparecidos artistas.
Öesch nos recibió en La Mitre, la casa donde vivían Delgado y Pinto y que ahora se ha convertido en la casa del percusionista uruguayo, quien confiesa no estar seguro de haber asumido estas pérdidas. “Cuando pasó lo que pasó (por el accidente), me quedé un mes en Uruguay porque sabía que acá estaba brava la cosa (por cómo fue tomada la noticia de las muertes). Allá podía hacer mi proceso a mi manera. Acá todos querían tocar y tocar. Había mucha gente que tocaba desde el dolor, desde la bronca, la impotencia, y yo no quería tocar así. Entonces esperé a que se me pasara para poder tocar desde el corazón y recordándolos bien a los locos. Es más, si ahora armo una banda no voy a tocar temas de Miles de Años, voy a ir a lo nuevo. Quizás dentro de un par de meses o de años reflote algún tema, pero por ahora no”, expresó Quique con entereza.

La última vez
“El último toque que hicimos con Miles... fue en la Peatonal Sarmiento, a fines de diciembre. De ahí me fui a pasar las fiestas con mi familia a Uruguay. Los muchachos salieron el domingo 6, a la medianoche, en un barco que los llevaba (de Buenos Aires) hasta Colonia. Ahí llegaron a las cuatro de la mañana del lunes 7 y los esperaba la trafic que los llevaría a Mercedes, donde se realizaba el festival Jazzalacalle. Pero 60 kilómetros antes pasó esto”, recordó el percusionista y agregó: “Esa mañana me tomé un ómnibus a las 7, desde el lugar donde viven mis viejos, y cuando llegué a Mercedes me esperaban con la noticia”.
“Antes de irnos a Uruguay, queríamos incorporar para ese festival un par de temas del primer disco, que hacía tiempo que no tocábamos. Como era un festival importante y venían músicos de todas partes del mundo, queríamos ir afilados. Le dije a los muchachos que se quedaran tranquilo, que iba a repasar los temas allá. Cuando llegué a Uruguay me ‘recolgué’ con mis amigos y no repasé nada. Entonces, el día ese (el 7 de enero) a la madrugada, cuando me levanto para tomar el ómnibus, agarro el disco y el discman y me los llevo. Cuando me siento en el micro, el aparato se queda sin batería. Quise bajarme en una de las paradas que hacía el colectivo pero el chofer no me dejó. Después me quedé dormido, por eso no me di cuenta que había un accidente en la ruta... Si hubiese ido repasando los temas, hubiese visto todo el revuelo”, comentó con nostalgia Öesch, quien hizo una fogata con los restos que quedaron de los instrumentos que Valdo y Eduardo llevaban consigo para tocar en el festival uruguayo.

El show debe continuar
Cada persona, cada cultura y religión tienen una visión distinta de la muerte. Quienes conocían a Pinto y a Delgado aseguran que los dos creían en una vida en “el más allá”.
Por su lado, Quique confesó y aclaró que sus entrañables amigos nunca hubiesen permitido que Jazzalacalle, el festival del cual iban a ser parte, se suspendiera. Esto porque, como buenos músicos, para ellos la música nunca debe parar.
“Quiero aclarar que el festival continuó porque yo quise. Los organizadores querían suspender, pero yo recordé que cuando estábamos de gira por Buenos Aires con Valdo falleció su papá y él no quiso suspender los show porque quería tocar para despedirse de su padre. Cuando partió la mamá de Pinto estábamos en Antofagasta de gira con el Circo de Moscú. Pinto vino, se quedó un día más para acompañar a su familia y volvió a la gira. Los chicos hubiesen querido que la música no parara. Obviamente no iba a ser una fiesta ni íbamos a tirar papelitos”, justifica Öesch ante algunas críticas por la continuación que tuvo el festival uruguayo. “Esa noche (por el 7 de enero) yo toqué con un percusionista uruguayo, que tiene una visión particular de la muerte, para despedir a los muchachos”, agregó.

El lunes negro
–¿Se supo qué le pasó al chofer que manejaba el minibús donde iban los chicos?
–Parece que le dio un infarto. Era un chofer retirado de una empresa importante de allá. El tipo conocía el camino y la noche anterior lo habían invitado a que se quedara al festival y no quiso para estar bien despierto para ir a buscar a los chicos. Además, cuando uno se queda dormido al volante, pega un volantazo y el auto se da vuelta. Acá las pericias dicen que siguió derecho.
–¿Cuál es tu visión de la muerte?
–Acá arriba estamos de paso. Es un planeta escuela al que venimos un tiempo y nos toca encarnar en un cuerpo y luego seguir. Lamentablemente o afortunadamente, no sé, los tiempos no los manejamos nosotros. Formamos parte de una mecánica que no conocemos y por eso reaccionamos como lo hacemos. Además, nuestra cultura no tiene “razonada” la muerte como parte de una evolución y por eso nos cuesta entender que una persona joven se vaya.
–¿Éste es el fin de Miles de Años?
–No, la música está y va a seguir estando. Están los discos y hay un montón de cosas que han quedado. Es el fin como grupo...
–El fin físico...
–Sí, exactamente. Yo cuando toco todavía estoy con ellos. Para mí han sido dos maestros desde que los conocí, dos hermanos con los que compartí muchas cosas.

La primera vez
–¿Cómo se conocieron?
–A Mendoza vine, por primera vez, en el ’91, a dar unos talleres de candombe a Rivadavia. Ahí lo tuve como alumno al Edu, que tenía 11 años. En el ’92 me vine a vivir acá y lo empecé a tener como alumno, pero nunca toqué con él hasta que formamos Miles de Años. A Valdo lo conocí en el ’98, cuando él venía con Facundo Guevara a presentarse con un grupo que se llamaba La Minga. Empezamos a hacer algunas cosas. Los primeros toques fueron en el ’99, eran dúos de percusión y charango o de batería y charango. Cuando Valdo se instala acá lo conoce a Edu y me dice que le gustaría sumarlo a la banda.
–¿De dónde sacaron el nombre del grupo?
–Miles de Años es el nombre del primer tema que compuso Valdo con su charango. Era un homenaje a la humanidad, a lo ancestral y al futuro: a los miles de años que hace que estamos acá arriba y a los miles de años que vamos a seguir estando.
–¿Cómo va a continuar tu vida artística?
–Estoy con la murga El Remolino, con el dúo que estamos haciendo con Sandra Amaya... Tengo que ver cómo va a ir fluyendo todo. Miles de Años fue algo que fluyó, no fue planeado.

jueves, abril 03, 2008

Javier Rodríguez gira por Europa


El 1º de abril, el músico y cantante Javier Rodríguez iniciará su décima gira por los países bajos, celebrando de esta manera los 10 años de su primer concierto en ese país, cuando fue de la mano del maestro Ariel Ramirez. A partir de entonces, empezó a forjar y consolidar de a poco su carrera solista y su proyecto artístico-musical, que lo llevó a realizar cerca de 50 conciertos desde 2001 en adelante; solo en Holanda.

En esta oportunidad, el cantautor viajará con parte de su grupo – B@ndAnch@ – que en este caso serán de la partida los prestigiosos Daniel Morcos (piano y percusión), Oscar Puebla (guitarra y charango) y Fana Martinez (bajo, teclados, acordeón, aerófonos y percusión). Javier Rodríguez, además de su cantar, tocará guitarra, charango y percusión.

Como grupo invitado en sus conciertos, estará el dúo instrumental LA TRAMA (integrado por Puebla y Morcos) interpretando sus particulares composiciones de raíz folklórica.

Los conciertos confirmados son nueve (9) y tendrán lugar en algunas de las siguientes ciudades holandesas: Leiden, Ámsterdam, Eindhoven, Wasenaar, entre otras; más su primer concierto en Inglaterra, a realizarse en la ciudad de Basingstoke, Hampshire; donde fue contratado para interpretar como solista la “Misa Criolla” de A. Ramirez, y además cantar un aria (“Hiawatha’s Wedding Feast”); obra del músico angloamericano de raíces negras Samuel Coleridge-Taylor; en inglés obviamente; junto a la New London Sinfonia, dirigida por David Gibson. Este concierto tendrá lugar en The Anvil theater, el domingo 6 de abril.

Particularmente en esta gira, Javier Rodríguez presentará en Leiden; en el LAKtheater, y como avant premiere, su nuevo CD “TANGO, CHE CHANGO”, recientemente grabado en los estudios Fader Records de Mdza. Este registro será presentado el 21 de junio en el Teatro Independencia de Mendoza.

El repertorio que abordará el cantautor es de raís folklórica y popular de Cuyo y Argentina, e incluye, además de algunos tangos; las canciones de sus últimos CDs (“TANGO, CHE CHANGO” Y “MISA CRIOLLA algo+”), la “MISA CRIOLLA” y la “MISA POR LA PAZ Y LA JUSTICIA”, éstas últimas composiciones de Ariel Ramirez.

Esta gira es el resultado de 2 años de organización y gestión que empezó en el 2006 y cuenta con el apoyo de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina (MRECIC). El concierto presentación del CD en la ciudad de Leiden es auspiciado por la Secretaría de Cultura de Mendoza, a través de la Dirección de Exportación Cultural.

De igual modo, esta gira fue declarada DE INTERÉS CULTURAL por resolución SC 456 del Ministerio de Turismo y Cultura el 24 de agosto de 2007.

Homenaje al "Pintor"

Los conciertos organizados serán llevados a cabo en un homenaje permanente al amigo y músico - integrante de BandAncha - Eduardo Pinto; quien iba a formar parte de este tour en principio, cuando en accidente devastador para la cultura de Mendoza, perdió la vida junto a otro amigo y artista: Valdo Delgado; en enero de este año.