Nadadores en óleo sobre tela

Es mendocina por elección, de nacionalidad chilena y de origen francés. Se llama Nicole Tijoux y es una de las artistas plásticas más destacadas de este hemisferio. Actualmente trabaja como curadora de la sala de arte de la Alianza Francesa de Mendoza y en la última edición de ArteBA sus obras se cotizaron nada más ni nada menos que a 8.500 dólares.

Además de haber expuesto en nuestra provincia y en su país natal también ha realizado muestras individuales en París, donde la prensa especializada ha elogiado su trabajo. Tijoux dialogó con Escenario acerca de su obra y del amor que siente por esta provincia.

–¿Cómo definís tu trabajo?
–Yo lo enmarco dentro del realismo figurativo. Desde 2001 estoy trabajando la temática de los nadadores, que tiene que ver con un cuestionamiento hacia el fondo, como una superficie bidimensional.

–¿Y por qué elegís esta temática?
–Fue algo muy raro... Una vez acompañé a una amiga que es nadadora profesional a sus prácticas y llevé una cámara fotográfica, entonces aproveché la ocasión para preparar una clase para la facultad y salieron una fotos muy buenas.

–¿Cuáles son los comentarios que te llegan de parte del público que observa tu obra?
–Al principio la gente te dice que siente la obra como mojada, pero que le agrada. En ArteBA 2008 mucha gente me discutía y me decía que eran fotografías. Nunca me pasó que tuve que discutir para que me creyeran que es óleo sobre tela.

–¿Y eso cómo lo tomás?
–A veces me molesta, ya que trato de hacer protagonista a la pintura y, otras veces, lo tomo como un cumplido. Allá estuve con el Espacio 1.305, que es una galería de Providencia, de Santiago de Chile.

–¿Cuándo descubriste tu pasión por la plástica?
–Partió como una búsqueda autodidacta. La única cercanía con el arte era la música a través de mi padre. Por otro lado, en el colegio, Plástica me resultó una materia fácil y en la que no tenía que hacer esfuerzo alguno. Pero primero quise estudiar Arquitectura y después me volqué a la plástica sin pensarlo demasiado.


Una “chilena bien mendocina”
–¿Por qué elegiste Mendoza para vivir?
–Cuando aún vivía en Chile y concluí mis estudios me salió la beca de asistente de español en Francia. Así que estuve viviendo un tiempo en una ciudad que se llama Lille. Allí estuve un año y conocí a un mendocino que se llama Bruno y con el que tuve una relación. Cuando me volví a Chile decidí estudiar Diseño, entonces me presenté para la única beca que otorga la UNCuyo para estudiantes extranjeros. Y cuando ya me instalé en esta provincia tan linda la relación con Bruno se acentuó y seguimos de novios hasta el día de hoy. Además, agradezco a Mendoza que me han hecho un espacio para expresarme y más siendo extranjera. Me siento realmente como en mi casa.

–¿Cómo ves a Mendoza culturalmente?
–La veo pujando para hacer algo mejor, pero le falta relajarse hacia el arte contemporáneo. En eso aún están un poco tibios.

–¿En qué consiste tu trabajo en la sede mendocina de la Alianza Francesa?
–Llegué como cualquier cristiano, golpeé la puerta y pedí trabajo. La directora, Nathalie Lacoste, me puso a cargo de la Mediateca y después empecé en la sala de arte, que está renovada y que tiene una imagen muy favorable para el trabajo que quiero desarrollar. Además, también coordino los espectáculos de la Alianza. Aunque lo de la galería es lo que más me gusta. Estamos trabajando para que la sala sea un espacio multidisciplinario y contemporáneo. Queremos trabajar fuertemente para poder servir de puente entre los artistas mendocinos y el extranjero.