Exquisita noche de jazz

¿Por qué será que una banda de jazz no logra convocar, en Mendoza, la multitud que una estrellita de pop surgida de un reality musical sí atrae? Es una verdadera pena que tan solo 100 personas hayan podido disfrutar de las exquisitas melodías que interpretaron el guitarrista porteño Alejandro Aranda (radicado en El Bolsón) y el trío local Fusa Yálom.
Fue una pena que estos músicos no puedan ser apreciados por más gente. Y fue una suerte para las 100 personas que sí asistieron, el jueves 13 de abril, al teatro Quintanilla y permitieron que cada melodía le penetrara la piel y los transportara a mundos tan diversos y elegantes... Mundos y ambientes que sólo el jazz, con su improvisación y la conexión espontánea entre los artistas, que se encuentran en el escenario, puede lograr. De esta manera, el concierto de Aranda y Fusa Yálom ofreció una hora intensa de viaje a lugares imaginarios.
Aranda hizo una performance impecable y con su guitarra se ganó cada aplauso y ovación por parte del público. Por su lado, Federico Alma (bajo), Pablo Alvarez (clarinete) y Santiago Servera (percusión) demostraron, que aun siendo oriundos de la tierra de la tonada, pueden estar a la altura de una de los mejores jazzeros argentinos.
Por otro lado, hay que destacar el solo percusivo que realizó Servera con unos extravagantes tambores venezolanos llamados cumacos. Además, el sonido del espectáculo estuvo a la altura del show.
Aranda y el trío mendocino interpretaron temas del disco del guitarrista, Vuelta, canciones compuestas por Fusa y standars de jazz. Así, sonaron Aleph, Embalado, Jantipa, Blues al pepe, Síndrome binario, Calidoscopio, After the rain y Little sun flower, entre otros.