Con el ojo en lo científico y el lente en lo artístico

Desde mhoy, a las 21, y hasta el 24 de abril, se podrá recorrer en la Alianza Francesa (Chile 1754, Ciudad), la muestra de los trabajos del fotógrafo Jacques Grison, quien registró el último día de trabajo en una mina francesa y que se denomina Nous n’irons plus à la mine. Les desniers mineurs de charbon. La entrada es libre y gratuita.

Grison nació en 1958 en Verdun. Estudió Arte Dramático y de este período conserva un “gusto pronunciado por la búsqueda y la lógica científicas, atemperado a veces por una fascinación por las emociones humanas que aprende a controlar o disimular”, según cuenta Agnés de Gouvion Saint-Cyr, inspectora general de la Delegación de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de Francia y curadora de la muestra.

En 1981, el azar le permite al fotoperiodista satisfacer su pasión por la fotografía colaborando en el servicio fotográfico de los hospitales de París, donde se afirma rápidamente como especialista en el área de la salud: fotografía de ilustración con fines científicos, reportaje sobre la terapia génica o sobre la saga del genoma en Francia. Así se interesa en temas documentales que implican a la vez una gran competencia científica.Cuando el Ministerio de Cultura y Comunicación se compromete en esta gran campaña fotográfica sobre la juventud en Francia y que es mostrado a través del ciclo “Visa pour l’ image”, le proponen a Grison un proyecto sobre el último día de trabajo de jóvenes en las minas de carbón de Lorraine, su región de origen.

“Grison conoce perfectamente las tradiciones y los ritos, pero también la camaradería, las supersticiones y el peligro en este universo cerrado. Documenta con precisión y complicidad este último día desde el alba hasta el regreso a los vestuarios. Este trabajo sorprende en razón del dominio del color y del juego sobre la profundidad del campo. Jacques Grison se enfrenta a todas las dificultades inherentes a un trabajo bajo tierra y en un espacio confinado. Declina cada episodio de este último descenso al pozo con el pudor y la reverencia que debemos a todos aquellos que no regresarán nunca más a la mina”, asegura la curadora.