César Andino y su exitoso paso por Mendoza

César Andino comprobó que siempre que llovió, paró. Y es que el santafesino, voz líder del grupo Cabezones, ha superado los malos momentos que le tocó vivir luego del accidente que sufrió, hace casi dos años, con Gabriel Ruiz Díaz, el bajista de Catupecu Machu.
Con nuevo amor, un próximo disco solista a editar y nuevos integrantes en su banda, se presentó en pub de Chacras de Coria (ver abajo), el sábado 16, para ofrecer viejas y nuevas canciones de Cabezones.
Andino estuvo una semana en Mendoza, instalado en la casa de Tuti Petrich y Carlos Beguerí, el matrimonio responsable del estudio de grabación Fader Records. En ese lugar, justamente, el santafesino le está produciendo una placa a la banda mendocina Alunar.
El autor de Pasajero en extinción compartió un almuerzo con Por amor al arte y habló sobre sus proyectos, el recital de esta noche y de Alunar. Además, durante la sobremesa se comunicó telefónicamente con Canario Vilariño para invitar a Chancho Va a participar de su nuevo disco con el cover Vencedores vencidos y, en agradecimiento, le propuso grabar un video clip del tema para que la banda local lo use como promoción. El mismo se filmaría mañana, en el Fader, bajo la dirección de Tato Moreno.
–¿Vas a presentar parte de tu disco solista en Cacano?
–Ese es el motivo fundamental. Los chicos que vienen son Alex (Collado) que es el baterista de Cabezones y dos músicos más que están tocando con nosotros. Vamos a tocar temas del disco solista que va a salir dentro en unos meses y temas de Cabezones. En realidad, este toque iba a hacer algo chiquito y se terminó armando algo grande.
–En ese disco, ¿participan estos tres músicos?
–Sí, y Alex es el productor.
–¿La temática de los temas es diferente a la de Cabezones?
–No, es bastante similar. Al ser yo el cantante y el que las escribe es parecida. Yo empecé con este proyecto antes de que los chicos (Esteban Serniotti, el mendocino Leandro Aput y Gustavo Martínez) decidieran irse de la banda. La idea era, cuando empezamos con este CD, seguir con la formación que teníamos pero cuando la banda se desintegró, decidí continuar igual con él.
–¿Lo grabaste en tu estudio?
–No, lo grabamos en un estudio de Lomas de Zamora que se llama LB y otra parte en mi estudio.
–¿Y para cuándo va a estar listo?
–Entre el lunes y martes entrego el corte, que se llama Si pudieras. Es un corte raro para Cabezones porque es con piano, voz y orquestación. Así que calculo que en un par de meses estará. Va a salir por PopArt y lo va a distribuir Sony/BMG.

La semanita mendocina
–¿Cuánto hace que estás en Mendoza?
–Llegué el domingo pasado y me voy el lunes.
–¿Y estuviste abocado todo el tiempo al disco de Alunar?
–El disco lo está llevando adelante Carlos. Yo vine y estoy escuchando porque los chicos lo conocen a Carlos y se llevan muy bien.
–¿Entonces cuál sería tu participación en la placa?
–Vine a trabajar, pero Carlos lo lleva muy bien adelante y a veces no es bueno que haya muchas voces opinando. Ahora, voy a grabar las voces, a hacer algunos arreglos y el mastering en Buenos Aires. Es decir, que voy a realizar la mitad que está faltando.
–Últimamente es fuerte tu presencia en Mendoza.
–Sí, ¿viste? Cuando empezó a tocar Leandro con nosotros, comenzamos a venir muy seguido acá. Como teníamos un integrante mendocino, la idea era venir a tocar. Ahora que el integrante no está más yo sigo viniendo igual. Hice muchos amigos, como Tuti y Carlos. Soy un hijo más de ellos (risas), porque ellos son muchos más grandes que yo (risas).

La recuperación
–¿Cómo estás de salud? ¿Ya estás recuperado?
–Todavía no estoy recuperado. Tengo que someterme a otra operación de las piernas. Todavía estoy en proceso de recuperación. Pero tengo esperanzas de que todo va a salir bien. Además, en mayo ya tengo el primer toque y de ahí tenemos como 15 recitales hasta julio.
–¿Y podés viajar sin inconvenientes?
–A Mendoza puedo venir porque estoy como en familia. He viajado, por ejemplo, a Córdoba y la fecha estuvo muy buena pero no fue tan grato de salud. Tengo que estar muy cómodo y tener mucho cuidado.

Un show pleno de emoción y buenas canciones

La satisfacción de ver a César Andino en un escenario mendocino, tras dos años, no se comparó con la satisfacción de verlo bien y recuperado luego del accidente que sufrió hace casi dos años con Gabriel Ruiz Díaz, el bajista de Catupecu Machu. Y aunque Andino hubiese ofrecido un mal recital, el domingo a la madrugada en Cacano Bar, seguramente sus seguidores locales lo hubiesen perdonado.
Sin embargo, el toque en Chacras de Coria fue impecable y plagado de emociones. Cuando cerca de las 2 Andino apareció entre el público caminando con su bastón y una muleta, al unísono los presentes gritaron: “Vamos, César”. Y el cantante santafesino no los defraudó. Por el contrario, a pesar de que la formación de Cabezones ya no es la misma con la que fue ovacionado en más de una oportunidad en nuestra provincia, demostró que Cabezones es él y nada más que él. Es Andino quien se conecta con el público en cada una de las canciones, que también compone, y el que provoca un juego de seducción con su afinada y melódica voz. Seducción que atrapa tanto al público femenino como al masculino.
La noche del regreso a Mendoza comenzó con los acordes de En vientre, canción que también sirvió para que los nuevos integrantes de Cabezones –Pablo Negro (guitarra), Matías Tarragona (bajo) y Diego Longo (batería), quienes también son parte del proyecto solista de César– rompieran el hielo con los fanáticos mendocinos y recibieran su aprobación.
Andino, quien estuvo una semana en estas tierras produciendo el primer disco a los locales de Alunar, armó un set de canciones en el que incorporó los temas que el público siempre quiere escuchar de Cabezones, pero también aquellos que serán parte de su disco solista, denominado Solo. Así sonaron Flotándonos, Abismo, Silencia, Lejos es no estar, Inmóvil y Buenas noches, entre otros.
Andino prefiere no hablar en público de Gabriel Ruiz Díaz ni del accidente que sufrieron juntos, pero se le hace inevitable no citarlo en cada recital que ofrece luego de aquel terrible hecho. Y fue en Pasajero en extinción cuando el músico grito emocionado: “Vamos, Gabi”, mientras con una lluvia de aplausos los presentes le enviaban todas sus “buenas vibras” al bajista accidentado.
“Lo único que nos queda por hacer es seguir cantando”, agregó el líder de Cabezones, algo que sus fans siempre le agradecerán.
La jornada estuvo colmada de emociones y luego del breve recuerdo de Gabi aparecieron los invitados. La primera en subir fue Elbi Olalla (pianista de Altertango), con quien César interpretó Si pudieras, el corte difusión de su álbum solista. Otro de los invitados fue Facundo Tissera, guitarrista de Alunar, quien participó en Lunes. Pero el invitado más ovacionado fue el pequeño baterista Lucca Beguerí (11) en Mi pequeña infinidad. El precoz batero hizo alarde de su contundente groove y con su energía llevó esa canción a uno de los puntos más calientes de la noche.
Luego de una hora de disfrutar de la energía arrolladora de Andino y de trece exquisitas y oscuras canciones, el final llegó de la mano de Sueles dejarme solo. La canción de Soda Stereo que versionaron los músicos foráneos junto a Pepo (de Alunar), el último invitado de la noche, fue el broche ideal para una jornada que ni los artistas ni el público podrán olvidar.